Si bien, en la naturaleza los incendios han sido parte de la evolución de los ecosistemas terrestres, desde hace algunas décadas se ha observado, tanto a nivel nacional como internacional, que la frecuencia e intensidad de estos eventos ha producido consecuencias sin precedentes, tanto para la biodiversidad como para las comunidades.
En nuestro país, la temporada estival 2023 – 2024 se destacó por la efectiva coordinación entre el sector público y privado, la cual permitió lograr una disminución significativa respecto al bienio anterior.
En el área de ubicación de los predios administrados por Adforst en las regiones de Maule y Ñuble, se registraron un total de 1.049 incendios, de los cuales se combatieron 30, representando una amenaza directa para los bosques de estas sociedades.
La ocurrencia de la temporada mostró una disminución de 233 incendios (-18,2%) y aunque las cifras aún son preocupantes, al ser 71.574 ha las afectadas (-96,0%) en el área señalada anteriormente, no se registraron daños a las plantaciones propias de las sociedades BL y BDM y se minimizó la afectación en plantaciones de los otros asociados y de particulares vecinos de ellas.
Para la gestión de estos incendios se acordó con las empresas forestales presentes en la zona, formar una Cooperativa de Colaboración para enfrentar los siniestros originados en el área común de ubicación de predios en la zona antes mencionada, contando con 55 brigadistas y torreros profesionales distribuidos en 8 brigadas (helitransportadas, terrestres, mecanizadas y cisterna) y 10 torres y/o cámaras de detección, recursos coordinados por la Central de Operaciones y Coordinación conjunta, ubicada en la ciudad de Chillán (formada por 9 Despachadores y Observadores).
Dichos recursos, fueron dispuestos por las sociedades BL y BDM administradas por Adforst, así como también por las empresas forestales en Convenio de Colaboración contra Incendios forestales y por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) para el Programa de Control de Incendios, quienes de igual forma gestionaron aeronaves de combate y apoyo de aeronaves de coordinación aérea, dotados de cámaras térmicas con transmisión de imágenes en vivo.
Sin dejar atrás al personal interno, 145 trabajadores de faenas forestales propias y de asociados fueron capacitados. Se mantuvo y fortaleció la ejecución y mantención de estructuras de protección pasivas en el territorio, con acciones para el mejoramiento y ampliación de cortafuegos y la determinación de las fajas corta combustible prioritarias para la autoprotección de los bosques y/o lugares de anclaje para apoyar el combate de incendios.
Al cierre de la temporada de incendios forestales, podemos decir con satisfacción que los esfuerzos por lograr una coordinación virtuosa entre los actores del mundo público y privado para abordar la cuestión forestal como un gran desafío país, derivó en un Convenio de Colaboración y coordinación de las distintas empresas forestales y las instituciones públicas, tanto en el periodo de prevención, como en el de combate de incendios, logrando los resultados anteriormente mencionados.
Enfrentamos enormes desafíos, pero tenemos la capacidad y la determinación para superarlos. En este sentido ADFORST renueva su compromiso en la prevención y el combate de los incendios forestales, preparándonos conscientemente. Contamos con un gran equipo humano dispuesto a entregar lo mejor cada día para enfrentar la amenaza del fuego, y prevenir la destrucción de los bosques y su biodiversidad.